Por Savan Abdulrahman
El 26 de octubre pasado, la gente de la ciudad de Sulaymaniyah, en el Kurdistán iraquí (Bashur), se despertó y vio vestidos de mujeres colgando de una larga fila que se extendía por casi cinco kilómetros. Algunos podían verlo desde las ventanas de sus casas, algunos a través de las ventanas de sus autos mientras conducían, y muchos otros lo encontraron a través de las redes sociales. La iniciativa forma parte de un proyecto de arte que se centra en las mujeres que se han enfrentado a la violencia en el Kurdistán iraquí.
Los casi cinco kilómetros de ropa que colgaban de la cuerda pertenecían a mujeres y niños que habían sufrido violencia en Kurdistán. La línea de ropa se extendía por la ciudad desde el parque Nali hasta el tribunal público de Sulaymaniyah. La artista Tara Abdulla, de 24 años, coordinó e inició el proyecto. Tara es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sulaymaniyah.
El proyecto tomó tres meses de trabajo de investigación y preparación, y fue apoyado por la Organización de Desarrollo Civil (CDO). Tara comenta: “Tocamos 99.678 puertas de casas en Kurdistán y les preguntamos si presenciaron un acto de violencia o no. Sólo a quienes lo afirmaban, les pedí una pieza de sus vestidos. Enfrentamos muchas dificultades, a veces nos echaban porque a los vecinos no les gustaba la idea”.
Tara describe el trabajo como el proyecto de arte más largo que se ha creado en Kurdistán. “Como una mujer que crece sufriendo en la sociedad kurda, tomé mi propia experiencia como motor fundamental para comenzar este proyecto”, agregó.
Sobre el proyecto hubo reacciones encontradas: algunos se opusieron, alegando que “arruinó la imagen de la ciudad”. Pero muchas otras personas apoyaron la iniciativa como una obra de arte contemporánea que desafía ciertos valores y prácticas de una sociedad conservadora.
En la noche de apertura de la presentación pública del proyecto, un joven desconocido prendió fuego varias prendas de ropa. Shanaz Ibrahim, el administrador del Partido de la Unión del Kurdistán (PUK), solicitó que el proyecto se elimine de inmediato. Al día siguiente, Tara emitió un comunicado de prensa: “El trabajo estaba programado para estar colgado durante dos días, pero retiramos urgentemente la obra de arte por la seguridad de la ciudad. A través de este trabajo quise resaltar y revelar el dolor de las mujeres, y expresar lo que se siente en privado y en la esfera pública. Quise revelar estas preocupaciones. Esta obra de arte refleja las contribuciones de las mujeres y no expresa ni siquiera el alcance de la violencia a la que nosotras somos sometidas todos los días”.
Los activistas de la ciudad que defienden este proyecto y obra de arte contemporánea han expresado lo significativo que es y lo que pretende representar. Mucha gente piensa que el proyecto de Tara logró su objetivo al hacer que las personas aborden y confronten severamente los problemas que les preocupa resaltar.
Fuente: Savan Abdulrahman /Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina